LECCIONES DE KABBALAH
EL TIKUN
por Carlos Antonio Reyes López, M M
El tema que quiero compartir en este
primer número tiene que ver con un despertar de la consciencia, el cual puedo
asegurar, en términos generales, puede llegar a ser similar al de un gran
número de personas, particularmente en lo que se refiere a esos momentos en los
que enfrentamos una situación de crisis de esas que llamamos “existenciales” y
que por su magnitud y efectos derivan en un caos que nos lleva a un punto de
considerar que ya no existe nada más duro, doloroso o difícil que nos pueda
pasar, en esa miserable condición en que hemos caído.
No es sino hasta que, como se dice
coloquialmente “tocamos fondo”, cuando comenzamos a darnos cuenta de que todo
lo que sucede en esos momentos, no es más que el efecto, la consecuencia y
resultado, de todas aquellas acciones que tiene su origen en esta o en vidas
pasadas y que, como dice la Kabbalah, estamos en este mundo marcados por nuestro
Tikún, es decir, estamos marcado para alcanzar el propósito de nuestra vida,
que consiste en transformarnos para encontrar la verdadera y duradera
felicidad.
Tikún es una palabra hebrea y
significa corrección o reparación de nuestra alma. Este concepto nos revela qué
tipo de decisiones tomamos en vidas pasadas y las que deberíamos tomar en esta
vida y al entender nuestro Tikún personal podemos:
§ Identificar nuestras
debilidades del pasado.
§ Reconocer el equipaje que traemos de vidas previas;
§ Evitar los obstáculos y desvíos que retrasan nuestro progreso hacia la Luz;
§ Sobreponernos a nuestros miedos más profundos y;
§ Lograr ser "todo lo que podemos llegar a ser" en el sentido más profundo.
§ Reconocer el equipaje que traemos de vidas previas;
§ Evitar los obstáculos y desvíos que retrasan nuestro progreso hacia la Luz;
§ Sobreponernos a nuestros miedos más profundos y;
§ Lograr ser "todo lo que podemos llegar a ser" en el sentido más profundo.
Debo decir que el proceso de
transformación personal, aunque se origina a partir de un concepto abstracto o
teórico, debe manifestarse en un ámbito totalmente físico y práctico. Sí
analizamos nuestros conflictos desde la comprensión de que no es el medio
ambiente social, familiar, de pareja, laboral, etc., lo que nos ha llevado al
borde del abismo y que por el contrario, debemos encontrar qué es lo que hicimos
o no hicimos para llegar a ese punto, la perspectiva para analizar nuestra
problemática cambia diametralmente. Cuando dejamos de culpar a los demás de
nuestro infortunio, cuando dejamos de ser la víctima, cuando dejamos de ver en
los que nos rodean a nuestros enemigos y dejan de ser una amenaza constante,
nuestra consciencia respecto de la realidad, adquiere una nueva dimensión e
iniciamos el proceso de despertar de la consciencia.
La Kabbalah nos dice que las personas
o las circunstancias que estamos viviendo y que suponemos nos están causando
algún malestar, algún daño o dolor, no son más que los mensajeros y, el mensaje
que especialmente traen para cada uno de nosotros, es exactamente aquello en lo
que nos debemos enfocar para lograr la corrección. Veamos si pueden responder
la siguiente pregunta. ¿Cuántas veces han tenido parejas con un mismo patrón de
conducta? Conducta que incluso puede ser muy similar a la que vieron en su
padre sí son mujeres o en su madre si son hombres y entonces se relacionan con
personas con esas mismas características. O quizás sufrieron algún accidente o
tienen una enfermedad que les impide incluso la movilidad.
Es acaso porque comenzamos a dar
gracias a ese Ser Supremo - llámesele como le quieras llamar-, por aquello que
tenemos, aunque parezca muy poco en lugar de vivir siempre preocupados por
lograr adquirir todas esas cosas que nos faltan, y que, el no poseerlas, nos
hace sentir vacíos y con carencias. Cuando compartimos con alguien, ya sean
nuestros momentos más difíciles o los de ellos, son las verdaderas
oportunidades que tenemos para que cualquiera que sea la relación, nos brinde
la oportunidad de transformarnos recíprocamente.
La mayor parte del tiempo estamos
enfocados en tener una vida perfecta, con la pareja y los hijos perfectos, de
alguna manera, encontrar esa vida, ese ser y esos hijos, que encajen a la
perfección de nuestros ideales, aspiraciones y de lo que esperamos y
necesitamos, se convierten en la lucha cotidiana por la cual nos levantamos
cada mañana, para regresar a casa al término de la jornada sintiéndonos igual
de vacíos, solos e insatisfechos. Sin embargo, la Kabbalah nos enseña que al
enfocarnos en dichas expectativas lo hacemos de manera incorrecta puesto que
estamos buscando una gratificación inmediata y no estamos viendo el panorama
completo, que tiene que ver con la felicidad duradera.
Lo ideal, lo que realmente debemos
buscar, es hacer de nosotros esa persona perfecta, al encontrarnos con nosotros
mismos, nos convertirnos en esa persona y dejamos de ver dificultades,
conflictos, malestar, dolor, celos, y entonces podemos tomar completa
responsabilidad de nosotros mismos, tanto a nivel práctico, en cada uno de
nuestros actos y de cómo manejar conflictos, como en el nivel del enfoque en el
que vemos nuestras vidas como un todo.
Cuando apartamos nuestro enfoque de
la necesidad de ganar a costa de lo que sea y lo dirigimos a brindar tiempo y
ayuda a los seres que queremos particularmente, cuando estamos contrariados, el
malestar progresivamente comienza a disiparse y en nuestro interior se
manifiesta una paz emocional. Dicha reacción está determinada por la forma en
la que funcionan las cosas a nivel de energías. La vibración que producen
estados emocionales de alegría, felicidad, paz, armonía y que son proyectados
por una persona cuando está en compañía de otra y se tiene una verdadera
intención de ayudar y compartir con los demás, erradica la apatía,
desesperanza, depresión, falta de voluntad y todos aquellos aspectos negativos.
Cuando somos incapaces de resistir
nuestro comportamiento reactivo, ese que nos produce una gratificación
inmediata, porque está relacionado con el dinero, las personas, salud, amistad
o las relaciones, tenemos que corregirlo en algún momento futuro. No basta ser
"buenas personas". Debemos cambiar nuestros patrones negativos. Si
después de hacer cambios en tu vida, sigues experimentando los mismos problemas
una y otra vez, es porque no has querido ver el origen del verdadero problema.
Sigues esperando que sean los otros o
las circunstancias las que cambien, sin ocuparte en corregir aquellos aspectos
de ti mismo que requieren un cambio radical, una transformación.
La corrección o Tikún es un aspecto
fundamental de nuestro trabajo individual y espiritual. Completar el Tikún es
la razón por la cual, el alma de cada uno de nosotros está en esta vida. Para
la Kabbalah nuestra alma viene a este mundo varias veces para conseguir la
corrección espiritual, la cual se consigue de manera gradual, por lo que
seguirá viniendo hasta en tanto no logren la corrección completa.
La posibilidad de completar la
corrección en esta vida la encontrarás en lo que es incómodo para ti, las
personas que te molestan y te irritan, si te es difícil hablar por ti mismo, si
te parece imposible pagar tus deudas, si no puedes controlar tus pensamientos
negativos, todos estos aspectos son parte de tu Tikún. Al ser consciente de
esto, ya no puedes seguir siendo víctima, no puedes lamentarte por las
dificultades, por una infancia complicada o cualquier otra circunstancia
difícil de enfrentar. Dichas situaciones, por muy agobiantes que parezcan,
están ahí para atraer la plenitud a tu vida para que corrijas y te transformes
progresivamente en la persona que estás destinada a ser.
Para la Kabbalah nuestra tarea es la
de convertirnos en la causa y no en el efecto: como causa debemos emular la
esencia de compartir del Creador, lo que trae como efecto el recibir la
satisfacción que el Creador desea y tiene destinada para cada uno de nosotros.
Es por ello que debemos ver en cada una de nuestras relaciones, qué es lo que
nos vienen a enseñar y, en todo caso, en qué podemos ayudar a la otra persona,
para que logre su aprendizaje y finalmente su corrección.
Bibliografía:
§ Rav Philips S. Berg "Astrología
Kabbalística y el significado de nuestras vidas"
§ Yehudá Berg Afinaciones
Semanales de la Conciencia de la Kabbalah
§ Armando Alonso e
Iris Fabro "Nodos Lunares, el tunel del tiempo"
Te interesa saber ¿En qué signo
astrológico está tu Tikún y cuál es su significado?
Muchas gracias,que interesante mensaje en estas líneas tan ciertas y muy entendibles, Dlb.
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